Te vas Enrique,
como en cada tarde de domingo
dejando atrás a la mujer
que te llora ausente en su cama.
y no es que te critique
pero te tienes como un mendigo
que por amor va a desfallecer
lejos del cuerpo que lo extraña.
Te vas Enrique,
sin mirar un instante atrás
a ver si los ojos de tu amada
sollozan tu acostumbrada partida.
Ella aunque no se explique
tampoco quiere ni es capaz
de pedirte ser mimada
y se conforma con tu fría despedida.
Si eres hombre dile
que tu también la sufres cuando te marchas
que le lloras a su imagen mientras partes
besando sus recuerdos.
Te vas Enrique,
pero promete que esta vez
voltearás con una sonrisa
para que ella te espere tranquila.
miércoles, 7 de mayo de 2008
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